Casa Fener de Dalt 2

Bonita casa vacacional para 4 personas visitantes con terraza de espectaculares vistas al mar en el encantador pueblo de ambiente familiar de Llançá, situado en el tercio norte de la Costa Brava catalana.

Los huéspedes de este alojamiento podrán disfrutar de las siguientes instalaciones:

Un salón amplio y luminoso, esto último gracias a los enormes ventanales que hacen una de sus paredes, en concreto la que da en dirección al mar. Junto a estas se encuentra un rincón diseñado para el descanso fuera del dormitorio, en el que se han dispuesto un par de tresillos, uno frente a otro, con una mesa de centro entre ellos y a su lado una televisión de pantalla panorámica. En este espacio encontramos un conjunto de comedor para 4 personas, pero cuya mesa es extensible y es capaz de dar servicio a más comensales en caso de ser necesario. La cocina, con fogonera de gas, cuenta además con un completo equipamiento a nivel electrodoméstico. Es una estancia amplia en la que las tareas de preparación de la comida pueden realizarse con mayor desahogo. 2 dormitorios de tamaño doble, uno con una cama de matrimonio y el otro con un par de camas individuales gemelas. Ambos cuentan con armarios empotrados y ventanas al exterior. El baño del que dispone la vivienda es completo con una bañera además de los elementos sanitarios básicos. También como alternativa existe un aseo.
Al cruzar las puertas del salón hacia fuera nos encontramos con una preciosa terraza de tamaño medio con unas espectaculares vistas panorámicas al Mar Mediterráneo. En este rincón hay un conjunto de muebles de exterior que proponen al huésped un cenador al aire libre, desde donde poder disfrutar de manera calmada del precioso entorno.

A lo largo de toda la Costa Brava existe una vía senderista que acompaña la línea litoral durante 130 kilómetros, el llamado Camí de Ronda, es un sendero que recorre casi cada metro del borde de los preciosos acantilados de la zona, salvo en escasos casos de un alto grado de escarpamiento del terreno o de que el firme del mismo sea poco fiable.

Si emprendemos esta vía en dirección sur desde Llançá hasta Port de la Selva podremos encontrarnos con el Faro de s’Arenella, una edificación estatal de protección y vigilancia marítima que fue erigida a principios del siglo XX y que proyecta su luz sobre las 13 millas náuticas que lo rodean cubriendo gran par del Cabo de Creus.

Pero lo magnífico de este enclave no es tanto el faro como el paraje natural que lo rodea, que habrá hecho merecer la pena la caminata, que, por otra parte, no es de un alto grado de dificultad ni mucho menos. Para los más perezosos hay que decir que también pueden llegar fácilmente en coche, ya que poco antes de llegar a tal localización hay un gran parking de acceso público, pero que si lo hacen así es seguro que se perderán todos esos preciosos rincones en que los acantilados resguardan calas increíbles brindando al visitante un baño casi privado.